Los materiales preciosos como el oro, la plata, y las piedras preciosas han estado en la Tierra por una cantidad increíble de tiempo. Su naturaleza les permite durar para siempre, pero el brillo que tienen hoy está en tus manos. Atesora tu pieza y cuídala con delicadeza. Límpiala con un paño suave, jabón neutro y agua. Evita el contacto con superficies duras, químicos y cosméticos, para evitar rayones o alterar su aspecto. Puedes tener tu pieza para toda la vida, y después ella llevará una pieza de ti. 

Para más información sobre el cuidado de materiales específicos puedes leer nuestra guía de cuidados detallada aquí.